Domingo 3 de Agosto
Amanecimos en Cobán, una ciudad llena de
vida y de costumbres! Además parece que nos tocó el mejor día pa recorrerla. Se celebraba la feria y con ella el desfile de caballos, que la ciudad completa se paralizó en el centro para
verla.
Ta' buena la piña |
Encontramos una cafetería muy buena en el centro, y acordamos con el cuidador pasar la noche ahí por un par de quetzales. Con la tranquilidad del haber cerrado el trato, partimos a la famosa feria. Tomamos el autobús… literalmente colgándonos
de la puerta…. toda una aventura para el Newyorkino de Juanjo. La vuelta fue peor porque llegaba un bus y había que peliar para poder subirse...estaba lleno de gente. Llegamos al café y "don Manuel", el cuidador, nos hace la pregunta del millón: "se queda sólo el auto o ustedes adentro?" para luego decirnos: "es que el jefe no deja que se queden personas..". Eran como las 6pm y no teníamos donde dormir. En eso, una de las atendedoras del café que se había encariñado con JJ se acerca y nos ofrece su casa. Así llegamos donde la familia de Carmen (de tan solamente 12 hermanos!!!) y
que nos acogieron increíblemente bién, las niñitas jugaron con JuanJo, y de
pasada JuanJo conoció patos, pollos, ganzos, pavos, chanchos, gallinas,
etc. No podía más de la alegría. Un detalle...al llegar a su casa, a unos 15 km de Cobán en una aldea rural llamada Tomtem, estacionamos el auto y este, en un acto de rebeldía, decide no partir más y botarse a huelga. Empezaba entonces oficialmente la primera "pana del chanchito/pitbull".
La idea era partir tempranito hacia
Ciudad de Guatemala y nos levantamos a las 7am con esa ilusión, pero los planes del chanchito eran otros…. descansar. Luego de varios intentos por hacerlo partir decidimos ir en busca de un mecánico. La cosa no era fácil, ya que más encima el lunes 4 de agosto coincidía con el feriado de la ciudad de Cobán..en otras palabras, todo cerrado.
Empezaba un largo día, con frustraciones que logramos superar de apoco. El quisco partió en busca de un "electro-mecánico" el cual fue a ver el auto, pero no pudo hacer nada. Entonces nos dió el dato de otro mecánico, el cual aparte de llegar 2 hrs tarde con el clásico "voy llegando", tenía mejores intensiones que herramientas.
Finalmente a eso de las 6pm conseguimos otro mecánico con la ayuda del dueño de casa. Don Carlos, hombre de pocas palabras, llegó armado con sus herramientas y celular nokia estilo ladrillo, con el cual iluminaba el auto por abajo. Hubo que bajar el estanque de bencina, con sus 125 litros (que fueron sacados uno a uno con la clásica manguera) para encontrar la falla: motor de bencina.
Cuento corto, parchamos el auto con una bomba de bencina de una mitsubishi (usada), ensamblamos todo de nuevo y a eso de las 11pm el pitbull volvía a rugir con fuerza. Estábamos preparados para el camino a Antigua Guatemala, que nos recibiría con los brazos abiertos y un poco de lluvia.
idola carmen! q amorosa! y juanjo exquisito!
ResponderEliminar