jueves, 31 de julio de 2014

Mérida

Domingo 27

Nos bañamos por última vez en la playita antes de despedirnos de Campeche. Nos demoramos cerca de 2 hrs a Merida y allí nos esperaba Vivi. Vivi es todo un personaje. Nos conocimos 7 años atrás en Australia, paseando por Fraser Island. Meses después alojó a mi mamá y después a mi en su casa en Sydney. Además, y algo que supe en mi llegada en NY, Vivi pololió con Juan Jose (el malo), con quien nos hicimos muy amigos en SIPA.
La cosa es que Vivi es toda una charrita , de tomo y lomo. Charrita es como la huasa mexicana. Con sólo decir que sus primeros pasos de chica no fueron para avanzar, sino para aplastar cucarachas, como nos cuenta su madre con nostalgia. Amante de los caballos y de los perros, Vivi nos alojó en su casa en Mérida la cual comparte con su hermano "el pibe". Nos llevó a conocer su casa en la playa y su mamá, su papá don charro, y a otro hermano, sebas.


Lunes 28

Desayunamos en una picá local de tacos buenísima. Merida es conocida por su excelente cocina, y fuimos testigos de esto. El lugar se llamaba Wayan'e pero dudo que lo encuentren en google. Luego partimos a los cenotes. Según Vivi habían cerca de 300 cenotes por la zona, y que era normal que se fuesen descubriendo más y abriendose para el público. Nos subimos en un mototaxi y Alejandro nos llevó a recorrer dos cenotes. Pueden buscar cenotes en wikipedia, pero básicamente son hoyos en la tierra con agua dulce y cristalina. Algunos profundos, otros no tanto, pero al parecer todos conectados por napas subterráneas.
JJ no podía más de la emoción en el mototaxi.

Foto tomada desde la superficie. Nosotros abajo nadando en el cenote. JJ con su flotador.


Y gracias a nuestro amigo Francisco recuperamos el flotador de JuanJo que se nos había quedado.

Martes 29

Nos tomamos con calma el día, nos levantamos tarde, hicimos algunas compras, y en la tarde cuando bajo el calor partimos a conocer el centro de Mérida. Nos tomamos una liebre que por 7 pesos por nuca nos dejó en el centro. Compramos una bolsa de mango para tranquilizar los dientes de JJ y recorrimos un poco, en busca del famoso restaurant Maya Chaya.


A la vuelta nos tomamos una micro (camión) que  nos dejó a un par de cuadras de la casa. Eran como las 11pm. Pero Mérida es muy seguro.

En la noche tomamos contacto con nuestros amigos de De Alaska a la Patagonia. Ellos van un par de países más adelante que nosotros, pero van más tranquilos así que probablemente los pillemos luego. Estaban en Honduras y nos dieron unos tips sobre guatemala. Muy buena onda.

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