La Huasteca Potosina

Jueves 17

Hoy salimos de San Luis de Potosí tempranito tipo 8am, luego de tomar desayuno con Vania. Partimos felices con nuestro nuevo aire acondicionado hacia este lugar que tanto prometía, y que Jose y Ale se preocuparon por arreglarnos. Allí en Ciudad Valle a unos 300km,  nos esperaba su amiga Ena, quien nos prestó un guía (Felipe Muñoz v2.0) para ir a las cascadas de Micos y de Minas Viejas. El camino a la segunda cascada era literalmente como el forro, y nos demoramos cerca de 2hrs en hacer los 60k de distancia. La casa rodante, alias el chanchito, no fue diseñada para pasar los hoyos y lomos de toro del camino, ni para ir frenando sus 3 toneladas a cada rato. Eso si, las cascadas eran increíbles y nos pudimos bañar con Juanjo. Luego partimos a Mico en donde caminamos por las cascadas y ya se nos obscureció, así que rompiendo la regla nº1 de viaje, recorrimos los 20km entre Micos y Ciudad Valle de noche.

Nos quedamos en la casa de Ena, quien es la dueña de Huaxtecas. Muy buena oficina de turismo, por sus paseos, autos y por sobre todo guías. Al día siguiente partimos a las 9:30 a Xilitla. Es un pueblo muy bonito donde esta el jardín surrealista de Edward James…un escocés bien loco que instaló varias esculturas bien ralladas, en un lugar de selva muy bonito. Incluye una cascada filete donde nos pudimos bañar y saltar con Juanjo. La humedad debió haber rodeado el 99%...así que la cascada fue muy salvadora.

Almorzamos y partimos hacia el Sótano de las Golondrinas. Este lugar si que la cagó…miles de benguejos (primos de las golondrinas) sobrevolando un hoyo de 50 m de diámetro y 520 de profundidad, para luego tirarse en picada hacia el fondo de este hoyo y dormir. Algo que nunca antes habíamos visto. La lluvia eso si le puso fin a nuestro viaje, innnunando las calles de Ciudad Valle, cortando árboles y la luz. Quedamos empapados, y hasta nuestra fiel casa rodante se anduvo pasando un poco y mojando el colchón. En el tur conocimos a Cecilia y Jaime de España, quienes nos ayudaron a cuidar a JJ, y con los que esperamos encontrarnos nuevamente en Oaxaca.